Finbar McBride (Peter Dinklage), un hombre con raquitismo,vive con un viejo amigo suyo, trabajando en su tienda de trenes e intentando pasar lo más inadvertido posible. Tras la muerte de su amigo y dueño de la tienda, hereda una vieja estación de trenes abandonada en New Jersey. En su afán por vivir aislado y trabajando en su única pasión, los trenes, Finbar se muda a este pequeño y alejado lugar. Allí, aun queriendo y buscando la soledad,comienza a tejer relaciones con sus escasos vecinos, Olivia Harris, una pintora separada que trata de volver a la normalidad tras la muerte de su hijo pequeño, y Joe Oramas, quien lleva el puesto de perritos calientes apostado cerca de la estación. Su día a día junto con estos compañeros hará ver que la soledad es mejor llevarla acompañado.
Este film independiente dirigido y escrito por Thomas McCarthy tiene lo mejor y lo peor de este tipo de cintas. Como todo largometraje Indie goza de una cercanía y una sencillez de lo más sinceras.Trata un tema, la marginación social, de una manera en la que el espectador puede sentirse dentro de la historia, compartiendo ruta y vías con nuestro protagonista, a un metro treinta y tres del suelo. Lo peor puede ser la sensación de haber visto ya esta película, echo que se va diluyendo poco a poco a medida que avanza el tren.
El estandarte de este film radica sin duda en pequeños pero a la vez grandes detalles: la delicadeza con la que el director expone y entra en las vidas de estos“solitarios” personajes y unos grandes diálogos.
Mención a parte merece la actuación de Peter Dinklage, quien retrata de manera perfecta el dicho de :”Las mejores fragancias se guardan en frascos pequeños”. Peter consigue que te intereses por la vida de el pequeño Finbar sin necesidad de sentirte conmovido o apenado por su situación.Simplemente te absorbe poco a poco con su papel, con la forma de llevar sus diálogos, con su lenguaje corporal, sus gestos faciales o simplemente con sus silencios.
Este film se hace más grande a su vez, pese a su pequeñez, gracias a las interpretaciones de Patricia Clarkson, Michelle Williams o Bobby Cannavale.
“Vias Cruzadas” entra en nuestras vidas con la magnificencia y la lírica, junto con la ya nombrada delicadeza, propias de una historia del propio Mishima.



¡Hola de nuevo!
ResponderEliminarComo se nota la influencia de "Juego de Tronos" para que te decidas a ver esta película ya que ni el mismo Peter Dinklage la ha visto. Pobre Tyrion...
Parece tierna pero poco entretenida... No es para mi.
Hasta la próxima.