Película biográfica que comprende desde la infancia y adolescencia de John Lennon, hasta la creación de los Beatles.
Liverpool 1955: John es un joven quinceañero inteligente y responsable que vive con sus tíos. La repentina muerte de su tío, en realidad su figura paterna, hace que todo cambie en la vida de John. Esto hará que el joven busque refugio en tras su guitarra, junto con su rebeldía y el rock. No todo termina aquí. Tras conocer a su madre biológica comenzará un choque de egos por ver como educar a John, entre esta y su tía Mimi. Será de gran relevancia la contraposición entre una mujer vital e inestable, su madre, y otra dotada de una rigidez victoriana, como su tía. Esta mezcla de Rock y desequilibrio junto con conocer a Paul McCartney, serán las claves para la formación del mítico grupo de Liverpool.
"Ser genio es dolor. La creación es un resultado del dolor. Hay que ponerlo en algún lugar, y yo escribo canciones, ¿sabes?"
Con un comienzo en el que se simboliza la posterior Beatlemanía, Sam Taylor Wood trata de retratar la juventud de John Lennon quizás con demasiado respeto. Sí es verdad que en ciertos momentos llega a conseguir la profundidad necesaria en los acontecimientos de la vida del artista, pero no con la suficiente frecuencia. El resto de la película se pasa como un entretenido melodrama, con ciertos altibajos, que se sostiene fundamentalmente por la actuación de Aaron Johnson (John Lennon), Kristin Scott Thomas (su tía Mimi) y Ann-Marie Duff (su madre).
Otro punto que se ha de comentar es el casting del protagonista. Aaron Johnson logra captar la voz, los gestos y la postura del artista con una precisión inimaginable. Por la calidad del actor no es cuestionable su elección, pero si es verdad que se echa de menos un mayor parecido físico entre el artista y Johnson.
El guionista Matt Greenhalgh, basándose en las memorias de Julia Baird (hermanastra de Lennon), no logra llegar en este largometraje a lo conseguido en 2007 con "Control", la película que relata los últimos años de Ian Curtis.
Así y todo, "Nowhere Boy" merece una oportunidad tanto por parte de los amantes de los Beatles como por parte de el público en general. Es un film que sin llegar a emocionar, mantiene su carácter de drama bajo una inevitable capa de hilo musical.
Otro punto que se ha de comentar es el casting del protagonista. Aaron Johnson logra captar la voz, los gestos y la postura del artista con una precisión inimaginable. Por la calidad del actor no es cuestionable su elección, pero si es verdad que se echa de menos un mayor parecido físico entre el artista y Johnson.
El guionista Matt Greenhalgh, basándose en las memorias de Julia Baird (hermanastra de Lennon), no logra llegar en este largometraje a lo conseguido en 2007 con "Control", la película que relata los últimos años de Ian Curtis.
Así y todo, "Nowhere Boy" merece una oportunidad tanto por parte de los amantes de los Beatles como por parte de el público en general. Es un film que sin llegar a emocionar, mantiene su carácter de drama bajo una inevitable capa de hilo musical.























